lunes, 31 de diciembre de 2012

EL ADIÓS

Adiós
se dice cuando sabes que ya nunca volverás a verte

A Dios 2012
año lleno y pletórico
de lecciones
tiempo de afrontar
aquello que no queríamos ver

En su generosidad
con tantos augurios
de fines y de comienzos
los oráculos se han cumplido
al pie de la letra
tan exactos que llegaron a ser exigentes

Un tiempo
que se recordará
con una verdadera sonrisa
una inocente sonrisa
una agradecida sonrisa

Y hoy en su culminación
miro hacia lo que ya es atrás
y le devuelvo mis recuerdos
y mis andanzas
A Dios

Vacío
para llenarme
del nuevo misterio que me espera
cuando se cruce el umbral de mañana

Porque aunque el tiempo no exista
importa
y los ciclos suceden
siempre

así que adiós 2012
y un manojo de gracias
quizá las más auténticas
—las únicas humildes—
que he dado en toda mi vida






lunes, 24 de diciembre de 2012

LA INTIMIDAD DEL BOSQUE


El bosque tiene esas cosas. Así de especiales, así de maravillosas. 
Lo que parece silencio y calma es en realidad un bullicio constante de vida, entre disimulada y escandalosa, pero su constancia vibra en una frecuencia de calma.
El tiempo se mide en base a lo que tarda una hoja en caer desde la copa de un árbol inmenso, con una suavidad pasmosa.
Las plantas van a su bola, y también las mariposas y los insectos. El río fluye y simplemente hace eso: transitar. Mientras regala su canto de piedras rodadas.
Lo que parece estable en realidad borbotea cambio y transformación. Sin duda un reino que invita a contemplar… el bosque.
Bosques plagados de seres elementales que susurran ruiditos y así poder escuchar otro tipo de música. La Tierra que surge pronta con tantas, innumerables, manifestaciones.
Mundo exterior en el que recrearnos y renovarnos, sin duda. Una inspiración, como aliento constante de vida. Un ritmo cauteloso que nos enseña cómo proceder.
Sin embargo, me pregunto cómo será la vida íntima de la Naturaleza. Apreciar sus manifestaciones me permite realizar que existe una vida interna, como mis propios pensamientos, intuiciones y sensaciones.
¿Cómo intuirá la abeja? ¿Cómo el colibrí? ¿Cómo se comunican el fresno y el aguacate? ¿Qué mueve a la araña, más allá del instinto, al tejer su red? ¿Cómo sentirá el ave, la suave brisa bajo sus alas?
Murmullos rumorosos que se esconden de mi mirada… y yo, estupefacta contemplo un devenir de intimidades que se me escapan, escondidas bajo la tierra, vibrantes…
Eso siento, sentada en el jardín que se abre ante un bosque impresionante. Pero por mas que acerco la mano no llego a tocarlo, sino a sentirlo.
El gozo, el placer de estar sin más, sumergida en un misterio inabordable… pero profusamente pleno de algo que quizá intuyo como amor.

martes, 18 de diciembre de 2012

SUAVIZAR EL COMPARTIR

suave como ponerte cremita
como usar lubricante
como un té calientito

suaves las palabras
que del cerebro
pasan por el corazón
antes de llegar a la boca

suave el masaje
que acompaña
a la paliza

— suave —

compartir
en el tú me enseñas
y yo te enseño
¿será?

compartir
como intercambiar estampitas
tú me muestras
y yo te muestro

pero mientras te lo piensas
yo te muestro
yo te enseño
porque no tengo ya
nada que esconder

porque se acabaron los secretos

comparto lo que tengo
— presto —
lo que siento
— hondo —

Así, nace
una nueva manera de suavizar
— el viento —
una nueva manera de compartir
sin secuestros.

Tanta Natividad
por venir
tantas mariposas
que saldrán
suaves
a compartir
sus colores y sus vuelos




martes, 11 de diciembre de 2012

Si pudiera...
Si pudiera amar más y mejor.
Si pudiera leer todos los libros.
Si pudiera cruzar todos los mares.
Si pudiera escalar más alto.
Si pudiera probar todos los sabores.
Si pudiera habitar todos los corazones.
Si pudiera comprender todas las razones.
Si pudiera cantar todos los amores.
Si pudiera entender todos los desazones.
Si pudiera caminar todos los pasos.
Si pudiera entablar todas las relaciones.
Si pudiera admirar a todos los corazones.
Si pudiera reír todas las mañanas.
Si pudiera ser impecable
Si pudiera sanar a todos mis amores.
Si pudiera...
Si sólo pudiera...

Si pudiera ser todo lo que quiero ser
lo que ansío ser
conocer
saber
comprender
amar
aprender
descubrir
probar

Si pudiera...
sería tan grande como la Tierra
tan alta como los Himalayas
tan insondable como el Cielo
tan ligera como las Nubes
tan basta como los Océanos

Si pudiera...
sería tan perfecta como ellos
sería Dios.

El Si me lleva a perseguir - te Innombrable
y perseguirte me hace desbordarme
ante tanta magnificiencia.

Y cuando loca estoy
ya de tanta sabiduría...
pues leí todo lo que hablaba de ti
comí todo lo que me sabía a ti
estudié todo lo que decían que me acercaba a ti
mastiqué todos los conceptos
rompí todas las palabras
practiqué todas las mañas
luché contra todo lo que me limitaba,
le escupí a la cara a mi propia alma
por ser tan pequeña
por no poder abarcarte.
Abandoné a todo y a todos
los que no te buscaban...

Cuando loca y desesperada
te grito
¿Por qué soy tan pequeña
que no me cabes adentro?
¿Por qué eres tan grande Tierra
que nunca podré conocerte toda
saborearte toda?
¿Por qué eres tan inmenso Cielo
y nunca podré viajar por todas las estrellas?

El llanto me deshace
persiguiendo tu luz
que siempre se me escapa.
El miedo me atenaza
cuando veo tus rostros
y mis trampas
y me pierdo en ti
porque eres insondable
INSONDABLE...

Y te quiero dentro de mí
siempre
y te quiero retener
y contener
en mi pequeña jicarita...

Me rompo
me rindo,
me rindo,
te grito: ¡ME RINDO!

Me rindo ante tu grandeza
me rindo ante mi pequeñez
Me rindo al anhelo siempre, siempre, siempre insatisfecho.

Me rindo una vez más ante la tentación de llevar la luz
a todos los rincones de la oscuridad,
Me rindo...

Entonces...
cuando la arrogancia
la soberbia
la envidia
y la vanidad
ya no pueden más
estallan
y surge el AMOR

Estás ahí
en el amor...

Y surge el SÍ
SÍ con acento, con música
con inocencia, con ignorancia

Sí soy diminuta
Sí amo
Sí estoy
Sí soy
Sí puedo
Sí no soy Dios
Sí no soy Tierra
Sí, soy humana
soy humana
soy humana
soy humana
y amo.

Sí acepto
este pequeño cuerpo
y este pequeño corazón
Sí acepto que nunca te abarcaré
que nunca te conoceré
que nunca te controlaré
que nunca te dominaré
que no hay NADA que hacer...
que por eso, por eso te he buscado con tanta ansia
para conocerte
para dominarte
para controlarte

...y que tú no me muevas a mí.

Entonces, sólo entonces, sí me amo
sí te amo
sí los amo
a todos
a todo
hasta a mí.

Porque me hiciste pequeña
me hiciste limitada
me hiciste imperfecta
me hiciste a tu imagen y semejanza
pero no soy tú.

Soy algo que nunca podré comprender
la vida es un proceso maravillosamente incomprensible
inaprensible

Y sólo el amor
me une con el árbol
y me hace árbol,
y sólo el amor
me hace el otro
y sólo el amor
me permite disfrutarte
aceptarte
sentirte.

Este tiempo de frío
el fuego de mi corazón
me calienta
lo suficiente
para dar calor a otros
a los que abrazo
y me dejo abrazar
y que su calor
también me caliente.

Me vacío
gracias al Sí con acento.
Y Tú me vacías de saberes
me vacías de importancia
me vacías de conceptos
me vacías de Yo.

Para que llegues Tú
puntual
y nazcas
en esta Navidad.
Una nueva, siempre nueva,
semilla de amor.

Un amor sin condiciones
sin Si...
con Sí.

Sí acepto quién soy,
quién hiciste con tanto amor
y Sí disfruto
todo, todo lo que hoy
en presente
como presente
me regalas.

No tengo que ser nada
porque ya soy
y a tu lado nada soy.
Nada.

Y en el vacío
de la oscuridad
del alma
el si se transforma en SÍ
el control se transforma en amor
la preocupación en compasión
el trabajo en caminar
el dinero en sustento
el miedo en fe
la alerta en confianza
y el compromiso
en lazo de seda
la obligación en placer
la fiesta en disfrute
la evasión en alegría
la familia en ejemplo
las tradiciones en honradez
y lo viejo en nuevo

La crisálida del invierno
nos traerá mariposas

El si condicionante
e insatisfecho
lo has sembrado tú en mi corazón
para descubrirte
en el amor
y poder decir Sí.


GRA - SÍ - AS.




lunes, 3 de diciembre de 2012

DI • SÍ • SIEMPRE

El diciembre conocido se transforma en SÍ prometedor.
El invierno nos entierra, disfrazado de gripa, para citarnos puntuales con la profunda oscuridad del vacío.
Los antiguos nos narran historias en torno a un fuego supuesto y sentido. Si prestamos atención escuchamos su voz que nos susurra en sueños: "¡Abre los ojos!". El tiempo de la alerta llega con el frío. Las estrellas nos hablarán de tiempos remotos y olvidados. Nosotros podremos cocinar los ingredientes para alimentarnos en la primavera.
¿Será por eso que nos tratan de distraer tanto en estas fechas con fiestas, materialismos y familia?
La oscuridad del Norte se avecina para traernos nuevas, buenas nuevas. Aunque sólo serán buenas para el vacío, para el instante y para el mendigo. Los otros tendrán miedo.
El miedo es enemigo acérrimo del sí.
Di SÍ siempre y con tu SÍ lloverán las estrellas, se convertirán en copos de nieve, en sueños reveladores y en semillas de impaciencia de vida. Desde el Cielo hasta la Tierra donde al fin puedan germinar.
En primavera veremos los germinados de SÍ. Hasta entonces... la espera.

El invierno está plagado de ramas secas para avivar el fuego del sí, del siempre, del ahora. ¡Es ya!

jueves, 29 de noviembre de 2012

BIEN-VENIDA ANIMADA

Ánimas... Animas...
es un espacio que surge de repente, por sorpresa y probablemente como una necesidad personal que se venia fraguando en mi ánima... hace tiempo.

Pretende ser un espacio donde las palabras juegan con sus significados, pasajes donde todo tiene un sentido para alguien, y alguien tiene un sentido para pasar...

Aquí volcaré toda mi ánima, esa que me anima, a esa que animan.

Y sí... es un proyecto nuevo, pero me animo...

A partir de ahora, todas las palabras que surgen muchas veces con improntas de urgencia, de necesidad, de compartir, de repartir, encontrarán aquí un remanso donde descansar, solo un rato... hasta que algunos ojos se lo lleven a alguna nueva dendrita.

Seguramente, apareceran esas sugerencias energéticas a las cuales me he dedicado en estos últimos tiempos... y más probablemente, aparecerán más que antes.

Hoy se inAUGURA... con la ilusión de mantenernos unidos... más allá de un "me gusta"... quizás en el anonimato de un "Seguirnos".

Nuevas ventanas se abren a tu ánima... y aquí se ofrece una.

Bienvenidos!

TE INVITO


Hoy te invito, mujer, 
a que te mires de dentro hacia fuera

a que descubras tus palabras silenciadas
en la profundidad de tu cuerpo.

Hoy te invito a jugar a los suspiros
y que entre jadeos grites para liberar tu voz.

Hoy te invito a creer en las paredes rotas
en los muros inservibles.

Hoy te invito a disfrazarte de ti misma
a ver la luna y a aullar como loba enamorada.

Hoy te invito a reunirte conmigo alrededor de una fogata
a tejer historias, a inventar cuentos y a parir sueños.

Hoy te invito a encontrar el camino que une los corazones
a escuchar a la Tierra, a ser cortejada por el Cielo.

También

invito al hombre,
le tiendo una mano

le cuento con el roce de mi falda
que debe ser valiente para estar vivo

que para estar vivo nos tiene que ver
que para vernos necesita escuchar su corazón.

Le susurraré, en cada beso
que se terminó la guerra, que nunca la hubo.

Le sonreiré para que se atreva
a ser humilde.

Debo recordarle que somos mucho más que dos,
que más allá de sus celos están Los Amantes: La Tierra y el Cielo.

Hoy te invito, hombre, 
a atreverte a seguir a una mujer

a confiar

pues mis huellas y mi canto
te conducirán al Cielo.







martes, 20 de noviembre de 2012

MARTES DE SUSPIROS

La cordura se mantiene... con dificultad
Nos faltan besos y caricias
quizá bailar nos conduzca a un nuevo amanecer

Nace el día
y se aplasta el sopor
Miro
y sólo veo el reflejo
de una absurda carrera sin meta

La ambición me parece sosa
ilusiona mi corazón
ir contigo

De repente las ganas
aparecen como arañitas

Se ve un mundo nuevo
una vez se cruza la puerta,
en el umbral me quedo

El otro vive para sufrir
porque así ¿siente?
Uno se siente muy vivo
cuando va a morir

Desgranando razones
en este sinvivir
que es la vida

Hoy,
martes de suspiros.

domingo, 4 de noviembre de 2012

LA METAMORFOSIS DE UNA MUJER

A ti

El poder, como todos los conceptos, comenzó significando una cosa y con el paso del tiempo, según se fue utilizando, fue queriendo decir muchas más.
Hoy esta palabra tiene muchos significados: desde la maravillosa capacidad de realizar algo, hasta la capacidad de una persona de vencer a otra.
La capacidad de realizar empresas increíbles, nos ha llevado a engañarnos hasta negar nuestra propia humanidad. Así el varón, por desgracia, sigue creyendo que por ser más fuerte en ciertos recursos que la mujer, puede y por ende debe vencerla, forzarla, violarla, humillarla, cuando él se siente amenazado.  Cuando un varón se cree poderoso perpetúa la guerra: con el vecino, con el imaginado enemigo, con el que es más débil, con la mujer y con la divinidad.
Pero lo que otrora fuera un drama perpetuo, cada vez más se convierte en una dolorosísima oportunidad de liberación, en una auténtica metamorfosis: convertir el horror en liberación. Esto es sin duda lo que tanto buscaban los alquimistas al querer transformar el plomo en oro.

El varón cegado por su envidia y su afán de poder, no se da cuenta que cada golpe, nos hace más fuertes; que cada humillación nos regala más claridad; que cada insulto nos auto afirma, y cada violación nos empuja a los brazos de lo divino. Porque cuando una mujer lo pierde todo porque el hombre, el padre o la sociedad patriarcal se lo quita castigándola, a ella sólo le queda un recurso: ampararse en sí misma.

Hasta hace poco la mujer repudiada no tenía otro recurso que prostituirse de alguna u otra manera, someterse a la ira del varón y por demás sentirse culpable de haber anhelado un amor más sincero, una vida más plena o simplemente un sueño "insensato" –como todos los sueños–. Hoy en día aún millones de niñas y mujeres sufren las vejaciones del poder patriarcal y se prostituyen diariamente por mantener el favor de su amo. Su prostitución incluye casarse por dinero, casarse simplemente para no estar solas y sentirse protegidas, vomitar para estar delgadas, rajar su cuerpo para colocarse unas tetas a gusto del señor que impone la moda y un largo etcétera que las anula como seres humanos y las convierte en un objeto de placer y poder ante los ojos, los cuerpos o las formas de pensar de la misma sociedad que las repudió.

Sin embargo, hay destellos de esperanza. Cada día encuentro más ejemplos de mujeres valientes que no cedieron en su empeño de seguir los dictados de su corazón, y no se sometieron. A pesar del terror que las amenazas del varón les causaba, siguieron adelante y soportaron los envites. Medio muertas, eso sí, estas mujeres se ampararon en lo único que les quedaba: ellas mismas, y con ello, sin imaginarlo si quiera, han sido capaces de descubrir sus inmensas capacidades, su ilimitada fuerza, su auténtico poder. De esta forma cada vez más mujeres estamos experimentando el dulce/amargo sabor de nuestra libertad.

La mujer adúltera construyó su fortaleza con las piedras destinadas a lapidarla. Y así como un varón poderoso entendería por fortaleza un fuerte con murallas, almenas, torres y hasta foso con cocodrilos, la mujer lo interpreta como la fuerza que necesita sacar de su interior para salir adelante.
Ya nos lo ha contado la física: la presión es capaz de convertir el carbón en diamante. Los diamantes  no me gustan en lo personal, me parecen sobre valuados y cursis por el valor que hoy los humanos les dan; pero me fascina e impresiona el proceso de transformación de la vida y cómo – al igual que en la metamorfosis de la mariposa– algo se pueda convertir en su opuesto: lo opaco en transparente, lo débil en fortísimo, la ausencia de color en arcoiris.

Cuando una persona descubre el secreto que se esconde detrás del Mal es libre para siempre: nunca volverá a creer que otra persona es su dueña, que alguien puede arrebatarle lo que es suyo... pero para ello debe perderlo todo y con ello ganarse así misma.

Este otoño de hojas caídas y de huracanes en lugares insospechados, que se llevan más de lo que pensábamos, hay ciertos velos que caen para no volver a cegarnos nunca más.


miércoles, 10 de octubre de 2012

LA INTIMIDAD


Retazos de intimidad que se tejen como una alfombra, que llenan el espacio vacío de múltiples orgasmos. La intimidad de tu olor y del misterio que implica el bolso de una mujer. Que te cueles en mi intimidad es como si abrieras el cajón de mis calcetines… algo íntimo, muy íntimo. Y recuerdo besos detrás de la oreja y lunares disimulados bajo el pliegue de una piel. Ahí asoman unas caricias, tu piel, mi piel y sin embargo un nuevo universo de sensaciones. Lo mismo pero distinto, que dirían.
Se tejen secretos y confidencias, escurren lágrimas y rebosan los recuerdos. La intimidad de compartir los compartimentos de nuestro tren de vida. Ensambles de historias como tener los mismos padres o compartir a los mismos hijos, el colmo de la intimidad. Las líneas paralelas en el horizonte que implica avergonzarnos por lo mismo o simplemente compartir una hoguera. Y si contigo toqué el cielo aunque fuera sólo un instante nuestra intimidad ya no tiene fronteras. Pero la cúspide, la cima, es saberse y saber que a pesar de todo, de tanto, de lo que sea, nunca me perderás. La intimidad de los lazos de seda.

martes, 2 de octubre de 2012

OTOÑO NIHILISTA


El mundo se resquebraja y parece que éste es el signo de nuestro siglo. Las crisis nos inundan desde distintos frentes y todo, todo ¿para qué?.

Antes existían religiones, y antes de eso creencias, animismos y numerosos dioses que se encargaban de llevarnos al cielo y en el camino jodernos la vida. Por último se impuso el dinero como dios que nos permitía acceder a ciertos paraísos desteñidos que se tomaron por buenos, y ahora el dinero no vale nada y pasado mañana valdrá menos, y todo, todo ¿para qué?.

Pensamos durante incontables jornadas que vivir por vivir lo era todo, y hacer y que me hagan lo bueno, lo malo, lo mejor y lo menos bueno. Hoy cargamos un fardo de despropósitos y nos damos cuenta que hicimos, soñamos, reímos y lloramos, y seguimos cargados de fardos llenos de despropósitos, y todo, todo ¿para qué?.

Amamos, sufrimos, nos entregamos, nos fundimos, pasamos página y tenemos lo mismo que teníamos antes: a nosotros y nuestra soledad, a nuestros corazones, a nuestros recuerdos, a los amigos de siempre, a nuestra familia, sí. Pero, y todo, todo ¿para qué?.

Los para qué de antes se reescriben y reinventan, y este otoño resulta que tiene más sentido soltar que aprehender, ahora hace más falta renunciar que adquirir, deshacerse que hacerse.

A los veinte es el ¿para qué sirvo? que nos lleva a estudiar, trabajar, vivir y hacernos con los recursos que no nos proporcionó el colegio mediocre, la pobre cultura y nuestros amorosos pero limitados padres. A los cuarenta tacos revisas tus fardos y dices: ¡va!, y todo esto que llevo hoy a cuestas y he labrado ¿para qué?.

El para ser una mejor persona, es simplemente un chiste cruel.
Para amar más y mejor, una dolorosa epifanía.
Para tener salud, una carcajada.
Para ser feliz, simplemente una mentada de madre.

Porque la vida desde la terraza de la mediana edad está llena de maldades de las que nos sentimos orgullosos porque nos definen; de desamores porque ahora comprendemos que el amor era demasiado grande, demasiado ambicioso, para llegar a hacerlo bien; la salud no depende de uno y la edad con sus escalones de experiencias nos altera como mínimo nuestro estar; y la felicidad no es otra cosa que algo tan simple como despertarse cada mañana con ganas de vivir.

Este otoño al menos a mí, se me están cayendo todas las hojas. Tal vez el invierno sea más frío que otros años, pues ya me veo desnuda y sola afrontando los vientos que se terminarán de llevar todas mis creencias y mis postigos. Sin embargo no temo como hacía antes, la vida se ha llevado hasta el miedo. Si es que no está dejando nada este dragón que viene a quitarnos aquello que no es nuestro.

Tanto, tanto ha quitado el dragón que ya no tengo nada, hoy no tengo ni siquiera un para qué, pero es curioso, el corazón sigue latiendo igual, la sonrisa franca y espontánea surge por las mismas tonterías, en las noches sueño cosas igual de imposibles que siempre, y cuando despierto mis amores me rodean, igual de imperfectos igual de cotidianos, y tengo… ganas.

¿Se valdrán las ganas sin para qué? Parece que sí, parece que se puede vivir sin sentido pero no sin ganas.

lunes, 24 de septiembre de 2012

TRADUCTORES

El otro día me pasó algo alucinante que quiero compartir.
Aunque ustedes no se lo crean conocí a un puñadito de brujos, y entre brujos y brujas, cantamos y reímos, lloramos y gritamos poniendo tal vez un granito de arena para que este mundo ese día diera completa su vuelta al sol.
Entre brujas andábamos cuando alguien de otro tiempo llegó a contarme una historia fantástica, tanto, que lo más probable es que nadie se la crea. Como yo sí me la creo, entre otras cosas porque estaba allí, yo se las cuento y ustedes deciden. Pero les advierto que si algún día comprenden lo que voy a decirles, se van a llevar un buen susto, o quizá se revuelquen de risa. Nunca se sabe.

Hace mucho tiempo siete hermanas se separaron. Durante mucho más tiempo estas siete hermanas y sus siete linajes fundaron la humanidad dispersadas por el planeta. Hace mucho mucho tiempo, casi todos los humanos olvidaron de donde venían y se acostumbraron a escuchar sólo una frecuencia de la voz de Dios. Cada tribu se volvió ciega y sorda a las otras frecuencias que no captan, y siempre entraban en las mismas dimensiones y conocían a los mismos seres superiores. Tanto los veían que pensaron que eran dioses, los únicos dioses. En realidad esto no es muy complicado y eso tal vez es lo que nos quisieron decir los antepasados cuando contaron la historia de la torre de babel. Cada uno comenzó a hablar un idioma y ya no se comprendieron. Cada una de las tribus efectivamente percibía una parte de la realidad de Dios, pero no se dieron cuenta que sólo era una parte porque ellos no veían, no oían, no olían, no tocaban las otras partes de Dios. Así de simple. Tanto se perdió en ese tiempo.

Pero mientras eso pasaba se enterraron pequeños tesoros para que la humanidad los encontrara cuando fuera tiempo. Esos tesoros eran como diccionarios de traducción. Una especie de artefactos que harían posible comprendernos de nuevo. Algo así como lo que también nos contaron los antepasados con eso de que bajó el espíritu santo y los apóstoles comenzaron a hablar en lenguas.

Y pasó el tiempo y unas tribus se expandieron y conquistaron a otras tribus, y superpusieron sus dioses a los de los otros, y mataron, arrasaron y saquearon. Y los morenos desconfiaron de los blancos, y los blancos de los morenos, de los amarillos, y pardos. Y así hasta hoy.

Pero cuentan, algunos personajes difíciles de ver, que estos artefactos siguen enterrados por ahí, y que ya va siendo hora que se desentierren. A mí me contaron dónde se encuentran algunos, y bueno, desde que me contaron esta historia, —en la que fui al mismo tiempo testigo y parte, porque estas cosas son así como los sueños y menos como las películas—, desde entonces estoy aprendiendo idiomas, pero tiene su gracia no se crean. No existe la misma palabra para un mundo que para otro, porque existen distintas cosas en un mundo y en otro. Y en algunos mundos la gravedad funciona de una manera y en otros al revés. Porque las facetas de Dios, son mundos así de simple. Tan distintos como el desierto o el mar, y a la vez igual de fácil de entender que existan unos u otros.

Les cuento todo esto porque soy mujer, y soy una chismosa. También porque tengo útero y éste es uno de los escondites de los artefactos traductores. También se los cuento porque me gusta intrigar y despertar la curiosidad, porque yo a mi vez soy muy curiosa. Y también porque se acerca el momento en que muchos, muchos, muchos se están despertando y más se despertarán. Y sólo quién tiene oídos para oír escuchará, como también ya nos han dicho.

Por ahora no les cuento más, pero si ustedes también han escuchado esta historia, no duden en compartirla conmigo y con los demás.


lunes, 17 de septiembre de 2012

MENOS MAL


Se desliza la voz de Andrea Echeverri, y desde la mañana —como algún otro lunes—, la semana comienza sembrada de dulzura ¡menos mal!.

Menos mal que encontré a mi menos mal... ¡menos mal!.

En este devenir del tiempo, ya he pisado los terrenos de la pasión arrebatadora y enloquecedora; ya he sufrido el desengaño de la realidad; ya me ha dolido de forma cruel el haber estado colgada de una película que parecía que no iba a acabar nunca; ya se ha desteñido el príncipe y el romanticismo ha retrocedido las suficientes casillas para ya no tenerlo en cuenta. Ya las palabras no me calan si el arrojo de la acción honesta no las acompaña; ya una cara renacentista y un cuerpo de aplauso me producen una lejana admiración. Ya cuelgan en mi rosario suficientes pérdidas para añadirles a cada una, un piadoso y cínico rezo.

Menos mal que apareciste 
menos mal me convenciste
menos mal sigues aquí

Es que cuando el otro se convierte en tu páncreas o tu vesícula, en algo profundo, hondo e indispensable, pocas letras le hacen justicia.
A veces escucho las letras de muchas canciones acostumbradas y reconozco que aquello ya fue, y si  miro a través del espejo de mi realidad cotidiana, es difícil hacerle justicia a tanto esfuerzo, a tantas ganas, a tanto auxilio de madurez. Son pequeños detalles pero tejen una vida saludable como un melón, una vida sensata como un insecto, una vida normal como la vida misma.

Pero poco se poetiza a lo saludable, a lo sensato, a lo normal. Demasiado poco.

Por ello hoy tiene todo el sentido tu canción Andrea, una de las canciones más ciertas acerca de la certeza de eso que yo llamo amor.

Menos mal nos ofendimos
menos mal nos perdonamos
menos mal nos dimos otra oportunidad

Mi menos mal está lleno de pequeñas grietitas, de sombras y matices. Mi menos mal me saca de quicio lo suficiente para admitirlo. Mi menos mal no está terminado como un cuadro que se puede colgar y entonces decorar. Mi menos mal se hace mayor, le cambia el cuerpo, la mente y el corazón. 


Menos mal que construimos
menos mal que decidimos
a seguir hasta el final


Su menos mal —que soy yo—, estoy plagada de insultos a mí misma, llena de historias que no se pueden depilar, de defectos que no se quitan, de pecados sin confesar.

Menos mal nos equivocamos
menos mal nos enmendamos
menos mal volvimos a empezar

¿Cuánto valor se le da al estar? ¿Cuánto al confiar?


No te vayas nunca
lo malo disculpa
no te alejes
no me dejes

Estar es estar, y no tiene vuelta de hoja. Entregarte cada día es igual de valiente que lo es el sol cada amanecer. Confiar siempre es permanecer en la estela de la vida. Creo que algo así será la inmortalidad.

Menos mal que apostamos 

Que semillitas sembramos 

Que nos hacemos reír 


Menos mal nos divertimos 

Como niños sorprendidos 

Menos mal sentimos 
juntos ganas de vivir 



Menos mal tener con alguien, juntos, ganas de vivir... ¡uf! Menos mal.

Menos mal nos conectamos 

Menos mal nos impregnamos 

Menos mal nos penetramos

Sí, yo no sé nada del amor, creo que nadie lo sabe; pero pienso que debe ser algo parecido a esto, algo así de vivo, de diario, de constante, de inmortal.

Menos mal, que después de vivirlo todo, existe el menos mal.

No te vayas nunca
lo malo disculpa
no te alejes
no me dejes


(La letra sin interrupciones en Lo Maravilloso, como debe ser)


lunes, 10 de septiembre de 2012

ESTÁ BUENO

Está bueno escuchar y que no te oigan
gritar y que alguien esté atento
susurrar y conmover.

Está bueno mirar y que te fulminen
tener un ojo y enterarte de algo
estar ciego y deslumbrarte
ver y apreciar.

Está bueno oír y pasar de largo
bostezar y callar al mundo
prestar atención y sólo percibir el zumbido
el silencio sin voz.

Está bueno tocar y ser rechazado
rozar y recibir un quejido
acariciar y estremecer.

Está bueno gustar y ser ignorado
saborear y no saciarte
paladear y sorprenderte.

Está bueno oler y pasar desapercibido
dejar rastro pero no huella
perseguir un olor.

Hoy está bueno, lo bueno y lo menos bueno.
Hay días así de conformes, en los que no te da ni frío ni calor. Está bueno hacer las paces con las esquinas y con las malas noticias. Está bueno no saberte importante. Está bueno sentir que nada es tan grave y que lo peor ya pasó. Está buena la divina indiferencia de saber que todo es bueno. Hay días indiferentes que nos conducen a una complacencia sumblime. Esa en la que todo, todo, está bueno.

jueves, 6 de septiembre de 2012

EL REY, SU AMANTE Y EL CHARQUITO



Obra en tres actos con narrador escueto y descortés.
por Aleka Rivero


Narrador: Habla el rebuscado pensamiento de él en un diálogo consigo mismo.

La sombra se escapó, esto era algo sumamente peligroso pues no sabía de lo que sería capaz, probablemente de todo o de cualquier cosa, pero esto último era más que suficiente. La buscó primero en su memoria. La memoria es el clásico lugar en donde se esconden aquellas partes a las que tememos como en un armario profundo empotrado en el recóndito desván de nuestra herencia. La memoria peca de no tener privacidad ni derechos de autor pues más bien le pertenece a todo aquél que un día decidió compartirnos algo que, por nimio que fuera, se quedó guardado como uno de esos souvenirs tan absurdos y corrientes como pegadizos.

A tientas se asomó a ella y la memoria lo recibió con losas de prejuicios, tantos que lo dilapidó bajo su peso. No sólo era su historia la que le hablaba sino la de todos, la de siempre, la de esas ellas heridas y esos ellos arrepentidos. Cerró la puerta de golpe, se fue. Corrió y mientras se alejaba, más aprisa que el tiempo, su pecho volvía a inflarse, el aire regresaba a circular con normalidad por sus pulmones. Suavemente frenó su huída ¿qué era eso que ya no estaba? Ya no lo recordaba. ¡Ah! sí, era su sombra. Ya no estaba. Aliviado se miró en el espejo de sí mismo y le gustó lo que veía. Una imagen retocada de él en la que relucía como figurita de Lladró. Algo artificial ­–pensó– pero preferible a lo que había antes.
¿Por qué era que se había preocupado de que su sombra hubiera escapado? No lo recordaba, así era la memoria, una caprichosa y poderosa dama. Ahora todo estaba bien, la sombra se había ido, tal vez para siempre. Para siempre, para siempre, para siempre…

Uno, dos, tres días, hasta treinta y tres o veintiocho, no importaba, este fue el tiempo que le tomó echarla de menos. Había estado bien sin ella, más delgado y como figurín de sastrería, encontraba que no sólo por fuera se notaba tanto orden y responsabilidad, la disciplina se manifestaba también en sus discursos locuaces y acertados, estaba hecho un súper héroe, un modelo.

Esto es, definitivamente. Este soy el que soy: una versión procesada y perfeccionada de mí mismo. ¿Por qué te extraño?

Pienso, pienso tanto que me enredo, necesito hablar sin parar y generar argumentos, sólo así puedo llamarte. Mezcales, tertulias y razonamientos me conducen a la entrepierna de una señorita que huele a algo que no logro identificar. Ya estás de vuelta. Vuelvo –por lo tanto– a empezar.

Sombra, es que… verás, necesito necesitarte pero sólo cuando es preciso, no te aparezcas así como así y me enredes de una forma tan seductora. Todo esto se lo decía a una vil y corriente cuba, hasta que ésta le devolvió un escupitajo. La imagen era la versión deformada de sí mismo. ¿Hasta dónde será él?.

Las campanas comenzaron a replicar y la puerta del confesionario se cerró con un golpe sordo, hueco. Tan vacío que le recordó su ayuno. Me puedo controlar. Pero no pudo.

Un mar se escapó de sus lagrimales y una vez más las voces de la memoria, esa que no era de nadie pero que al mismo tiempo era de todo el mundo, gritaron hasta dejarlo sordo. Miró su reflejo y no se encontró. Se quería parecer a alguien y no recordaba a quién.

Pintó, y eso que no sabía, pero pintó. Adornó la imagen hasta borrar esa sensación de hondura y de hueco vacío. Ya no sabía a dónde más caminar, ¿por dónde era?.

Y así, a tientas, se acercó a la tristeza y a la traición. Tenían cara, una cara conocida de ojos grandes y asustados, con pelos largos y ensortijados por culpa del enojo.

Narrador: Así fue esta historia, y así pasaron los días, éstos se convirtieron en meses y años y poco a poco él pensó que esa vieja historia era la suya.


Narrador: Habla la sombra, la malcriada y voraz sombra.

Si existo será por algo ¿no?. La pobre estaba un poco en plan retador, hay que entenderla pues el estira y afloja al que lo añadido la había sometido tantos años había llegado a hartarla. Ella no se conocía a sí misma, siempre encerrada en lo más profundo de un calcetín o en el fondo de la cama deshecha, recluida en el montón de ropa sucia o enredada en los platos usados y dejados con descuido por ahí por la cocina. Era como una mujer que, de tanto limitarla y someterla, había perdido no sólo su identidad sino también su sinceridad.

Ella sólo sabía una cosa y ésta era que era él. Poco sabía, sumida en la ignorancia de ser ignorada, pero si algo no dudaba es que habían nacido juntos, la mejor versión de sí mismo y ella, quiero decir. Sin embargo ese mal sabor de boca que con todas las cepilladas del mundo no se iba, ése sí que no formaba parte de ellos, pero él no lo veía ¿Qué quién es él? Pues el narciso joder, el narciso.

Ella lo tenía muy claro, le gustaba la mala vida, esa que hoy ya no está de moda. Era una bandida, una ladrona, una guarra, una mujeriega y una egoísta, sí ¿y qué?.

¡Déjame salir y verás de lo que te estás perdiendo! le retaba en las madrugadas. Pero sólo se lo decía borracha, la sociedad primer mundista y puritana tiene esas cosas culpígenas que huelen a meados y a chocho en antro barato. Como niña malcriada la sombra gritaba y gritaba, hacía berrinche y se vengaba.

Narrador: Dos nunca serán uno sino dos.


Narrador: Habla eso.

Hay algo más. Pasas el dolor, te quitas de encima la castrante culpa, te sacudes los prejuicios, tiras por el caño, sobre todo, la historia de tus padres y entonces puedes escucharme. Eso.

Trata, venga anímate y trata de ser malo, malo, malo, malo… pero malo ¿eh? no esas chingaderas de los Godinez, no, realmente malo.

Cuando dejes que esto pase, entonces me escucharás.

Soy aquello que entra cuando cierras la cortina.

Soy esa pausa entre los suspiros.

Soy esa célula que espera, desde siempre.

Soy esa gotita de ella que se quedó insípida colgada en tu labio.

Soy esas ganas que ni siquiera reconoces, pero que están cada día.

Soy aquello que te hizo voltear ahorita.

Soy la sombra en la que transcurren tus sueños.

Soy eso que te está esperando y que te aguarda debajo de las uñas.

Cuando dejes de hacerle caso al ruido, tal vez me oigas.

Cuando dejes de mirarte, tal vez me veas.

Soy el que guía tu pluma, claro, pero todo eso ya lo sabes, y yo soy eso que no sabes.

El espacio entre las partículas subatómicas es infinito y dentro de ellas hay nada. La materia es sólo la apariencia de materia, tan sólida como el acero sí, pero esto se debe únicamente al movimiento, van tan rápido que no se pueden atravesar.

Soy eso que te puede hacer ir lento para sacar la pelusilla que se ha quedado en tu ADN.

Cuando te dejes de relacionar contigo mismo podrás relacionarte con los demás.

La película nunca se ha tratado de ti aunque seas protagonista. Soy eso que sabes que es pero que no tienes ni puta idea.

Narrador: El tres es todo lo que existe. Pero sólo hay uno.